El cuento es una forma curiosa: nadie sabe bien qué es, y por eso cada libro de cuentos es una respuesta posible a esa pregunta. En Archivos de Word, Romina Paula ofrece muchas claves: todos los textos son redondos, pero lo son de maneras distintas. Epifanía, el relato que abre el libro, es casi un cuento clásico, de esos que nacen y parecen haber existido siempre; en cambio pez mecedora / un blog, el segundo texto del libro, es ya un experimento que se organiza en su desorden y propone una experiencia de lectura más parecida a la de empezar a leer un diario íntimo por la mitad. La decisión de arrancar con estos dos textos tan distintos marca el tono del libro, su rango y su ambición: su decisión de no decidirse por una forma, de no hacer pie en ninguna parte. Aunque si hay algo que se fija en este libro es la forma de sus obsesiones. Son sus grandes hits, sus temas, que siempre aparecen atravesados por su manera informe e inacabada, siempre abierta para futuras investigaciones.
No toda la literatura es de historias, pero la de Romina sí lo es. Son historias de gente que sueña despierta, encerrada en una vida ajena que se habita con cierto automatismo y con mucho control, hasta que algo pasa, y entonces es como si el sueño se filtrara, como si toda esa vida interior que se aguantaba contenida se derramara por debajo de las puertas y lo inundara todo y se convirtiera en la vida de afuera, en la única vida posible.