Vínculos familiares trastocados o enrarecidos por el tiempo, la pandemia o la fatalidad; una reescritura o continuación de un cuento de Borges; un prohibido deseo sexual que lleva a la angustia o a la desesperación; una falsa alarma y una repentina ilusión que, hasta ser abortada, replantea horizontes vitales; una discusión de pareja que deriva en una alucinada caminata y en una lacerante revelación; un hecho sobrenatural que remedia una tragedia doméstica; violencia de género camuflada en la apariencia de un matrimonio feliz; voracidad de comida, de trascendencia y de venganza. Estos son algunos de los tópicos que ocupan las páginas de Todos los minutos para vos. Con una prosa sólida, acelerada hasta el vértigo o templada hasta el hipnotismo, Ignacio Molina construyó trece relatos que invitan a más de una lectura. Casi una década y media después de Los estantes vacíos, su debut literario, Molina vuelve a incursionar en el género cuento con la misma precisión que entonces pero con grandes dosis extra de profundidad y madurez.